[Cartel en castellano]
Sábado 14 de Abril, a las 18 h en el Jardín de Dolores Ibárruri (junto Chimeneas-Algeps)
Viernes 13 de Abril, CARAVANA REPUBLICANA. Salida desde el aparcamiento de la UMH (junto Av. Llibertat), a las 19.15 horas.
El 14 de abril de 1931 amanecía un día glorioso para la historia de las clases populares en España, que veían cómo, con la proclamación de la II República, las cosas empezaban a cambiar para su beneficio. Hoy, 81 años después, la situación de crisis generalizada, la corrupción política campando a sus anchas, una masa de trabajadores, de autónomos, de parados, de estudiantes, de jubilados cada vez con menos derechos, con más obligaciones y cada vez más empobrecida, tiene muchas semejanzas con aquella España monarco-dictatorial que precedió a la II República.
Desde el inicio de la crisis, los gobiernos de turno de la monarquía parasitaria, heredera del franquismo, han venido agrediendo abiertamente a las clases populares, utilizando la crisis como excusa para imponer de manera acelerada sus programas de recortes de derechos sociales y laborales.
Las medidas aprobadas por el ultraconservador gobierno de Mariano Rajoy van en esa dirección, y no hacen sino ahondar y profundizar en las reformas llevadas a cabo por el PSOE de Zapatero. Medidas que no están destinadas a solucionar la dura situación de los trabajadores, ni mucho menos a crear empleo, sino a seguir favoreciendo a los magnates del país, bancos y grandes empresas, y a tranquilizar a los «mercados» y a sus socios europeos.
En un país con una tasa de paro que ronda el 25%, superando con creces la media de la Unión Europea y de países como Portugal (15%) o Grecia (21%); con más de 1,5 millones de familias con todos sus miembros en paro, y con una tasa de paro juvenil más que preocupante que supera el 50%, el gobierno reaccionario del PP se estrenó con una retahíla de recortes atroces a los servicios públicos, que son de todos y para todos, poniendo su punto de mira especialmente en la educación y en la sanidad, pero también en los transportes públicos, en la justicia, en los servicios sociales, etc.
La reforma laboral impuesta por decreto ley el pasado 10 de febrero, y de la que ya hemos empezado a sufrir las consecuencias: despido prácticamente gratuito, aniquilación de la negociación colectiva, ERE indiscriminados, y suma y sigue, supone un nuevo ataque a nuestros derechos, derechos que no nos regalaron sino que fueron conquistados con largas luchas, movilizaciones, sufrimiento e incluso la muerte de los que nos precedieron.
Los nuevos presupuestos generales del Estado, presentados el 29 de marzo, tras las elecciones autonómicas andaluzas y asturianas (no querían hacerlo antes, ante el temor de que sus mentiras les restasen votos, como posiblemente auguraban), y cuyo borrador presentó el ministro de Economía al Eurogrupo antes que a los ciudadanos españoles, son «los más austeros de su democracia», dicen; y ya sabemos que austeridad para ellos significa más recortes para nosotros, para los ciudadanos, que somos la mayoría, y más beneficios para la minoría oligárquica y caciquil. Pues, al mismo tiempo que anuncian recortes y subidas de impuestos y de precios de servicios básicos (luz y gas), también hablan de amnistía fiscal para aquellos que han defraudado y se han enriquecido a costa del empobrecimiento de la mayoría social. Presupuestos aplaudidos con descaro por E. Botín; modelo que la derecha lleva a todos los niveles, como ha hecho Mercedes Alonso con los presupuestos locales de Elche, aumentando drásticamente los impuestos y tasas (que pagamos todos por igual), mientras baja los impuestos a las grandes constructoras de Elche, reduce de forma brutal la cuantía destinada al Plan de Empleo y a ayuda social, manteniendo, eso sí, la financiación de entidades privadas como el Elche C.F. y de actos religiosos.
El objetivo lo tienen claro: liquidar el estado de bienestar y las conquistas sociales y populares; y las medidas para conseguirlo no sólo las hemos visto, sino que las estamos padeciendo.
Antes estos brutales ataques, los trabajadores, los estudiantes, los parados, las clases populares, han dicho basta. Así lo demuestra el éxito de la Huelga General del 29 de marzo y de las multitudinarias manifestaciones que ese mismo día se produjeron en la mayoría de las ciudades del estado en contra de la reforma laboral, ¡y es que salimos a la calle más de 4 millones de personas!, de las cuales 20.000 en Elche. Movilizaciones que tienen su más inmediato precedente en las habidas anteriormente contra los recortes y en defensa de los servicios públicos, que se saldaron con cargas policiales en Valencia contra los estudiantes, pues así es como reaccionan los gobiernos monárquicos al servicio del capital, atacando y agrediendo a sus «enemigos», los estudiantes y los trabajadores.
No obstante, y a pesar de esta respuesta rotunda de los trabajadores, los ataques de la oligarquía, empecinada en acabar con todos los derechos sociales y laborales, no van a acabar con esta reforma laboral, ni con estos recortes, ni con estos presupuestos generales, sino que irán más allá, ya que las instituciones de la Unión Europea exigen cada día más y más esfuerzos a los trabajadores, como demuestra el acoso permanente a los pueblos griego e italiano y los golpes de estado perpetrados por los «mercados» en Grecia e Italia.
Quizás muchos trabajadores aún no vean que la causa de nuestros problemas es política, que detrás de las reformas que están liquidando nuestros derechos está el régimen monárquico que garantiza el control del Estado a esta minoría de parásitos.
Pero, por todo lo dicho, la solución también es política. Las fuerzas de progreso necesitan afrontar esta situación con propuestas claras, valientes, decididas, que pongan coto a esta situación de desmantelamiento de las conquistas sociales.
Es necesario establecer un nuevo marco institucional donde se contemplen espacios reales de democracia participativa y desarrollo de los derechos sociales y políticos. Este marco es la REPÚBLICA.
República significa más democracia, progreso, fomento de lo público, supremacía del interés general sobre el particular, una lucha frontal contra la corrupción y, por supuesto, acabar con la infame impunidad del franquismo y el reconocimiento honroso de sus víctimas, de aquellos que lucharon y que dieron su vida por defender los derechos que hasta ahora hemos disfrutado y que nos están arrebatando a golpe de decreto.
NI RECORTES NI REFORMA LABORAL
¡VIVA LA REPÚBLICA!
¡¡¡ POR LA III REPÚBLICA!!!
REPUBLICANOS Alacant 
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